SOBRE EL TÉRMINO «NOMOFOBIA»

Nomofobia

En una nota informativa de la periodista chilena María Cristina Jurado, publicada en la página web del diario El Tiempo, de Colombia, el 5 de octubre del 2013, se narra la siguiente dramática historia:

A Lorena S., una catalana rubia e inquieta de 14 años, sus padres la encontraron una madrugada de enero, casi congelada, detrás de un arbusto del jardín. Corrieron al hospital sin entender por qué su hija, casi inconsciente, no soltaba a ningún precio un desconocido teléfono móvil.

La niña tenía los dedos de los pies casi sin circulación, su presión se había derrumbado y su vida corría peligro. Pero lo peor para los padres vino después, cuando un psiquiatra les informó que su hija padecía de ‘nomofobia’, un intenso pánico a desconectarse de las redes sociales. Se trata, dicen los psiquiatras, de una adicción sin sustancia, pero tan grave como la que producen el alcohol, las drogas y el cigarrillo (véase: https://goo.gl/NNMpbb).

En el libro El español más vivo. 300 recomendaciones para hablar y escribir bien, publicado por la Editorial Espasa Libros y la Fundación del Español Urgente (Fundéu), se explica lo siguiente acerca del término nomofobia:

En inglés, la palabra se ha formado por la fusión del adverbio no, el acortamiento mo (a partir de mobile phone) y el sustantivo phobia. En español, el término puede adaptarse sin problemas con los mismos elementos compositivos: el adverbio no, la forma abreviada mo (de móvil) y fobia (‘aversión obsesiva a alguien o a algo’ o ‘temor irracional compulsivo’)… (2015: 85).

El neologismo ‘nomofobia’, como sabemos, aún no aparece definido por el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, por lo que resulta útil atender a la recomendación ofrecida por la Fundéu: «Nomofobia es adecuado para referirse al miedo a estar incomunicado sin teléfono móvil» (2015: 85).

También recomienda la Fundéu no emplear el anglicismo nomophobia. Sus formas derivadas serían: nomofóbico, nomofóbica, nomófabo y nomófaba.

Si esta entrada ha sido de tu agrado o te ha sido útil, compártela con tus seres queridos.

___________________

Nota: La imagen, al inicio de esta entrada, se tomó de la siguiente dirección electrónica: https://goo.gl/1yth7J

 

Bibliografía

GONZÁLEZ FERRÁN, Judith (coord.). El español más vivo. 300 recomendaciones para hablar y escribir bien. Barcelona, España: Editorial Espasa Libros y Fundéu BBVA, 2015.

JURADO, María Cristina. «Adicción a estar conectado tiene efectos tan nocivos como las drogas». En El Tiempo. Colombia, 5 de octubre del 2013. Consultado el 28 de diciembre del 2018 en https://goo.gl/NNMpbb

 

Escrito por Marco Antonio Román Encinas

Deja un comentario